VIDAS DE LÁZARO EN PRIMERA PERSONA



El siglo XVI en España fue una época de contrastes. Mientras se mantenía la hegemonía política y extensión territorial, la sociedad vivía situaciones de extrema necesidad de tal manera que, podemos decir que en el país donde “nunca se ponía el sol” la población pasaba hambre.
No es de extrañar que, en esta época, surja un nuevo tipo de narración, cuya primera obra es el Lazarillo de Tormes, que ha venido a llamarse la “novela picaresca” por su protagonista, el “pícaro”, un individuo de orígenes humildes, deshonrado por nacimiento, que sirve a distintos amos y que roba o mendiga para poder sobrevivir. Es todo un “antihéroe” (pensemos en la modernidad de la creación), sin escrúpulos, que no se plantea la moralidad de sus actos y cuyo único objetivo es la supervivencia en un mundo hostil. Pero un ser humano, al fin y al cabo, capaz de luchar con uñas y dientes (recibe más de un palo en su mísera vida) por un mendrugo de pan, pero también capaz de compasión y ternura. Y es gracias a los ojos de este humilde personaje que podemos contemplar, de forma realista y descarnada, la cruel realidad de una sociedad que vive de apariencias. No en vano fue una obra censurada durante siglos, pues tocaba los aspectos más delicados de su entramado: la corrupción de la iglesia, la falsa idea del honor, la crueldad con la que se trata a los humildes y la miseria en la que vive la población.
Los alumnos de 1º de Bachillerato B y E han leído el Lazarillo de Tormes en la asignatura de Lengua y Literatura impartida por la profesora Aurora Mª Rodríguez Martínez. Es el Lazarillo de Tormes la novela que inicia el género picaresco en España. Se pusieron en la piel de su protagonista y crearon unas autobiografías ficticias. Tenemos aquí dos muestras de estas “Vidas de Lázaro en primera persona”. ¿Qué opina Lázaro de sí mismo? ¿Cómo se reconoce? ¿Qué admite? Esperamos que os gusten.